Te cuento una historia rápida:
Hace unos meses me escribió Luis, un tío majísimo.
Me puso en el primer mensaje:
“Jorge, necesito tocar Something de los Beatles. Si no, mi mujer me mata.
Fue la canción de nuestra boda y me ha dicho que como no se la toque en nuestro aniversario…
me devuelve al sofá.”
Total, que empezamos con clases online.
La primera no fue bonita.
Le dolían los dedos, se liaba con los acordes… y no tenía ni idea de lo que era un fingerpicking.
Pero tenía una cosa: ganas.
Y con eso, créeme, se puede hacer magia.
Dos meses después, Luis tocó la canción entera.
Con su ritmo, con sus errores, pero con emoción.
Y la tocó frente a su mujer.
¿El resultado?
Sofá libre.
Y lágrimas en los ojos (de ella, no de él… aunque también casi llora, pero de orgullo).